¿Es conveniente realizar una endodoncia en caso de dolor en los dientes? Como siempre ha sido y deberá de seguir siendo, nuestra salud es lo primero. Por este motivo, muchas personas siguen manteniendo las revisiones que les tocan al día. Y no solo es importante acudir a nuestro médico de cabecera. También es fundamental que tengamos en cuenta que debemos de cuidarnos la boca. Para ello debemos de realizarnos endodoncias en caso de que tengamos dolor en los dientes. Pero solo en algunas ocasiones. Porque de esta forma, ayudaremos a prevenir las caries y a evitar futuras enfermedades.
A lo largo de este post hablaremos sobre la endodoncia. Aunque hay otras enfermedades que debemos de tener en cuenta como la periodontitis. La cuál también debes de conocer, pincha aquí para acceder al post sobre la periodontitis. Esta enfermedad es bastante frecuente y es por ello por lo que consideramos que se le tiene que prestar la atención que merece. En cuanto a los dolores tras la endodoncia puede haber muchas opiniones. Sigue leyendo para enterarte de todo.
Este procedimiento de endodoncias en caso de que tengamos dolor en los dientes debe de tratarlo un especialista/dentista y es imprescindible para que no nos cause daños mayores. El tratamiento viene ligado con los conductos radiculares o raíces del diente. Y se debe de acompañar con la extracción total de la pulpa dental. Explicado así, puede sonar doloroso y temerario. Sin embargo, los dentistas saben tratar este tipo de enfermedades a la perfección. Por lo que no tienes de qué preocuparte. Para enterarte bien de qué se trata la endodoncia y cuánto tiempo puede durar sigue leyendo este post.
¿Por qué motivo se hace una endodoncia?
En algún momento de nuestra vida, es muy probable que tengamos que tratar alguna caries en nuestra boca. El problema está en que, la caries se haya abierto camino y haya profundizado demasiado en el diente. En este caso, tendremos una cavidad hueca. Ésta será ocupada por la caries. Además de un estado necrótico, que será la pulpa. Esta situación nos hará pensar que la única forma de solucionarlo es la de extraer el diente.
En el momento en el que la caries ha profundizado en el diente, tendremos muchas molestias, como es el malestar al tomar bebidas. O incluso que al mover la cabeza hacia un lado nos duela. Dependiendo del caso deberemos de realizar una endodoncia en caso de que tengamos dolor. Gracias a la endodoncia podremos reparar el diente dañado. Y evitar así que tengamos que arrancar el diente. Ya que esto supondría más tarde el tener que reemplazarlo. Y esto, puede suponer gastos mayores. Los dolores que tendremos después de la endodoncia se irán y podremos disfrutar de nuestra dentadura.
La pulpa dental es la que contiene los nervios y los vasos sanguíneos. Es por ello, por lo que el dolor lo notaremos a través de ella. Este dolor podrá manifestarse mediante el frío o el calor. Y en dependencia del dolor que sufra el paciente se le aplicará una solución u otra. Estos problemas, pueden surgir en parte por algunos traumatismos, la abrasión, la erosión y el desgaste de los dientes. El roce entre ellos, o también conocido como el bruxismo, puede favorecer la pulpitis. Sin embargo, la manera en la que hacen tratamientos restauradores y los materiales que se utilizan también pueden afectar. Por ello, las endodoncias en caso de que tengamos dolor en los dientes deben de supervisarse por un buen dentista. Ya que el dolor tras la endodoncia podrá verse afectado si no se realiza el proceso adecuadamente.
¿De qué trata una endodoncia?
Como hemos mencionado anteriormente, la endodoncia es la extracción total del nervio o de la pulpa del diente. Se trata de un tratamiento de limpieza de los conductos radiculares. Aquí lo que se hace es que se eliminan las bacterias y el tejido necrótico. Y de esta forma, se deja la zona totalmente desinfectada. Para ello será necesario hacerlo por partes:
- Diagnóstico del dentista. Se deberá de hacer una anamnesis o preguntas guiadas. En las que el profesional sanitario le preguntará al paciente. Éste tendrá que contestar sobre cómo se encuentra, el dolor que siente, dónde, la intensidad… El objetivo será ver qué tratamiento es el adecuado para poder aplicarlo cuanto antes. A esto debemos de sumarle las radiografías para ver el estado del diente y la anatomía que presenta.
- Anestesia. En estas situaciones se utilizará una anestesia local. En la cual solo afectará al diente y a la zona que hay alrededor. Es fundamental que no exista durante la anestesia ningún tipo de infección o inflamación. En el caso de que sí que lo haya, se deberá de posponer la cita y recetarle al paciente antibióticos o inflamatorios.
- Apertura y aislamiento de la pieza. En este paso se deberá de hacer un agujero en la corona del diente afectado. Así tendremos acceso a la pulpa y a su extracción. Después aislaremos al diente del organismo.
- Conductimetría e instrumentación. Desinfectaremos los conductos.
- Obturación. En esta fase sellaremos el diente. Es decir, cerraremos todos los conductos que hemos limpiado posteriormente. Y dejaremos la pieza insensibilizada.
- Control. Después de todos los pasos anteriores se realizará una radiografía y observación. De esta manera chequearemos la efectividad de la intervención. Y normalmente se deberá de hacer un seguimiento del diente durante unos meses.
Y de esta manera habremos realizado una endodoncia en caso de que tengamos dolor, correctamente. El dolor irá desapareciendo tras la endodoncia.
Tipos de dientes y sus respectivos conductos
En cada diente existe un número de raíces y de conductos pulpares. Y dependiendo de si es un incisivo, un canino, un premolar o un molar. El diente puede tener de una a tres raíces. Y los conductos pueden ser hasta cinco. Si el diente tiene muchos conductos la endodoncia será más complicada, puesto que se tendrán que limpiar y se tardará más tiempo. Existen 3 tipos de endodoncias hoy en día. y estas son las siguientes:
- La endodoncia unirradicular
- Endodoncia birradicular
- Endodoncia multirradicular
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