Ortodoncia

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Ortodoncia

Muchos son los que, al alcanzar una edad, sus dientes comienzan a doblarse mientras intentan hacerse hueco en la dentadura. Con el paso del tiempo, aquellos dientes que estaban en mala posición acaban siendo empujados por otros que están preparados para salir. El resultado es una boca con unos dientes desequilibrados y poco estéticos. La solución más económica y práctica es el uso de una ortodoncia. Se trata de un tratamiento odontológico que pretende lograr un equilibrio dental, así como la recuperación de la funcionalidad total de la boca. Sin embargo, esta no es su única función. Prevenir y corregir las anomalías en el desarrollo, así como la posición de las piezas dentales y la búsqueda de una mordida perfecta es la meta a lograr.

¿A qué edad puedo ponerme una ortodoncia?

Realmente no existe una edad concreta a la que estemos obligados a ponernos una ortodoncia. Es muy común asociarla con las personas jóvenes recién llegados al instituto, sin embargo, cada paciente es un mundo. Dependiendo del problema que debamos de tratar será necesario recurrir a la ortodoncia. El problema más común es el reemplazo de los dientes de leche por los que nos acompañarán durante toda la vida. Es muy probable que éstos no salgan de la forma esperada, ya sea por una anomalía en la posición de los dientes o un mal hábito del paciente que obliga al diente a desplazarse.

Es por ello que debemos realizar revisiones de la boca de los más pequeños nada más cumplir los 6 años de edad, ya que, aunque no se vean, los finales están listos para salir más abajo. Debe realizarse un estudio con rayos X y prevenir antes de que una anomalía salga a la luz. Es a los doce o a los catorce años de edad cuando un niño tiene totalmente definida su dentadura, aunque por diferentes razones, es posible que esta edad varíe. Esto no tiene porqué ser motivo de alarma, pero es imprescindible consultarlo con un especialista para evitar problemas futuros.

Tipos de ortodoncias

Aparatos funcionales

Este tipo de ortodoncia realiza modificaciones en la funcionalidad de la boca para corregir los desplazamientos dentales. El paciente puede retirar a placer la prótesis, siendo utilizada en denticiones temporales. Existen también aparatos externos a la cavidad bucal destinados a la corrección del crecimiento de la cara, anclándose tanto en la zona extraoral como en la zona del mentón.

Aparatos removibles

La ortodoncia removible, tal como su nombre indica, puede ser retirado por el propio paciente. La diferencia se encuentra en el tipo de sujeción, agarrándose a la pieza dentaria con fuerza con la intención de desplazarlos a su posición correcta. Normalmente están destinados a la expansión de la zona maxilar, corrigiendo la mordida cruzada o el apilamiento dental.

Aparatos fijos o brackets

La ortodoncia de tipo fija o permanente es la mejor opción en cuanto a calidad se refiere. Esto es debido a que, de los 3 indicados en esta lista, son los que logran desplazar las piezas dentarias de forma individual y en cualquier dirección.

¿Qué tipo de corrección nos proporciona los aparatos fijos?

Anomalías referentes a la mala posición dental. En ella logramos desplazar las piezas dentales de forma horizontal y vertical. Es necesario cuando la corona o raíz no se encuentra en la posición correcta.

Dientes rotados. En el caso de existir un apilamiento de las piezas dentales, es común encontrarnos con dientes rotados sobre su eje, provocando una mordida anómala. La ortodoncia fija es la única capaz de lograr rotar de forma individual la pieza y volverla a su lugar, cerrando los huecos que se habían quedado.

Corrección de los incisivos. Los cuales suelen ser los que causan más problemas en lo que a malformación se refiere. Esto es debido a que se encuentran en una curva central, empujados por los molares y los caninos.

Múltiples movimientos. Con los cuales se logra reconfigurar toda la dentadura del paciente en un tiempo relativamente reducido, existiendo para cada pieza dental un problema diferente (rotación, inclinación…).

Retenedores ¿Qué son?

Por suerte para nuestros pacientes los aparatos dentales no son para siempre. Sin embargo, una vez acabado el tratamiento, es posible que a la dentadura le lleve un tiempo fijarse por completo a su posición final. Para que no se muevan, existen unos aparatos llamados retenedores, destinados a la inmovilización dental.

Actualmente, existen dos tipos de aparatos para lograr esta finalidad:

Retenedores fijos. Los cuales se pegan a la zona posterior de los dientes, siendo invisibles al exterior. Suele constar de un único alambre que recorre toda la zona posterior. Al no poder retirarse, se considera la mejor opción a la hora de culminar el tratamiento.

Retenedores removibles. Las cuales se fabrican justo antes de retirar la ortodoncia, realizando un molde del estado final de la dentadura del paciente. Una vez fabricado, el paciente deberá llevar durante los primeros dos meses el retenedor de manera constante excepto para comer. Pasado este tiempo, su uso se limitará a las noches.
Es muy recomendable usar estos retenedores de por vida. Evitando que las piezas dentales puedan volver a su posición inicial durante el uso de éstas o por el paso del tiempo.

Conclusiones

Desde Dra. Rodríguez recomendamos a nuestros pacientes realizar revisiones periódicas para comprobar si son un posible candidato para comenzar un tratamiento con nuestras ortodoncias más innovadoras. Llame ahora e infórmese sin compromiso.